¿Cómo decir que no tengo bastante?
¿Cómo explicar un siglo en un instante?
¿Cómo contar que nunca es suficiente?
¿Cómo agarrar un suspiro con los dientes?
Y en tu habitación un cuadro y un colchón.
Me pregunto qué hago aquí, un martes sin dormir.
Cafeína e infusión, chocolate en el cajón, de tu habitación.
Si, ya lo sé que la vida es constante,
una putada demuestra lo que vales.
Si puedo hoy te doy mis ojos
y puedes ver tu verdadero tesoro.
Que raro es no poder dejarme,
no querer ver la puerta de la calle.
Si esta canción sale hoy como el musgo
para decirte que has volcado mi mundo.