Viernes por la noche,
a toda hostia con el coche
escuchando a los lobos aullar.
No me acuerdo del trabajo
ni de jefes ni de horarios.
Esta noche solo quiero cantar.
He llamado a mi camello,
he reservado en el infierno
una plaza en el palco real.
Quemo al kraken, mala vida,
algún “after” sin bebida,
y lo único que quiero…
Es hablar, hablar, hablar
para no decir nada.
Bailar, bailar, bailar,
hasta el amanecer.
Beber, beber, beber,
hasta no quedar nada
y volver a empezar otra vez
dónde ayer lo dejé.
Sábado mañana,
sin dinero y mala fama.
Hago justicia a mi reputación,
pues llevamos por bandera
una sucia calavera
y la sombra de la noche anterior.
Despertamos el desprecio
de la gente de provecho,
caminando por la Plaza Mayor.
Más cercano a un indigente
que a una persona decente,
es de día y solo quiero…
Hablar, hablar, hablar
para no decir nada.
Bailar, bailar, bailar,
hasta el amanecer.
Beber, beber, beber,
hasta no quedar nada
y volver a empezar otra vez
dónde ayer lo dejé.
Domingo por la tarde,
encerrados en la cárcel,
aquí acaba nuestra noche de acción.
Nos cogió la policía,
colocados hasta arriba,
¡es cómo una obsesión!
¿Dónde vas?¿Dónde has dormido?
¿Otra vez con tus amigos?
¡Es lo único que sabes hacer!
Hablar, hablar, hablar
para no decir nada.
Bailar, bailar, bailar,
hasta el amanecer.
Beber, beber, beber,
hasta no quedar nada
y volver a empezar otra vez
dónde ayer lo dejé. (x2)