Otra vez en el punto de partida
respirando los aromas del ayer,
recordando, antaño como fue mi vida,
mil escenas que se clavan en mi piel.
Rebuscando en el cajón de la tragedia,
dulce, amargo, rojo, blanco, miel y la hiel.
Encontré una metáfora en desdicha
y arrogante que en blanco y negro tracé.
En mi calle se esconden las guitarras,
en su asfalto el rock’n’roll.
El presente se cimenta en la esperanza
de otro tiempo que sin duda fue mejor.
Naufragando en los efluvios de la barra,
el destello de una copa tranmitió
la presencia y la mirada sugerente
de una musa disfrazada de pasion.
Añorando el gris tejado de tu ausencia
me cobijo en la huella que dejó
la fina estela de la lluvia perfumada
y en los charcos compartidos por los dos.
Atrapado en la nostalgia del pasado,
desempolvo los retratos del dolor,
aturdido golpe a golpe, trago a trago,
marchitado está mi pobre corazón.
Y se refleja el rock’n’roll (bis)